Originaria de Ecatepec. Su trabajo se centra en la reconfiguración de la mirada y la percepción teniendo como eje la memoria, el error y la ausencia como recurso creativo. Cursó la licenciatura en sociología (FES-A, UNAM, 2007) y la maestría en Artes Visuales con enfoque en Estudios de la Imagen (PAD-UNAM, 2016). Inició sus estudios artísticos en Gimnasio de Arte y Cultura (2013). Cursó el Seminario de Producción Fotográfica del Centro de la Imagen (SPF, 2016) bajo la tutoría de Verónica Gerber Bicceci. Su obra fue seleccionada en la Bienal de ARTEMERGENTE de Monterrey (2019) y en la XI Bienal de Puebla de los Ángeles (2021 y 2017), obteniendo el tercer premio de adquisición. Sus piezas han sido expuestas en el Centro de la Imagen, Museo de Arte Carrillo Gil, MUCA-Roma, CONARTE, Centro Cultural Brasil-México, Faro Tláhuac, Centro de Cultura Digital, entre otros. Su trabajo forma parte de plataformas digitales como Panorama Fotográfico, PICS, Mal d3 ojo y Letras explícitas. Es parte de la iniciativa Fotógrafas en el mapa. Actualmente se desempeña como docente de artes e instructora de fotografía en la Escuela Activa de Fotografía y Gimnasio de Arte y Cultura. Coordina el Programa de acompañamiento creativo: Sirenas, medusas y brujas, junto a Livia Animas, desde el año 2020.
Experimentos Visuales
El ojo de mi papá es daltónico. Hace poco comencé a preguntarme sobre la manera en que mira, en cómo percibe el mundo a partir de un condicionamiento: la luz que incide en los objetos y es decodificada por su ojo. Este proyecto trata de comprender la visión de un daltónico, un intento por adentrarme en la mirada del otro, en este caso, la mirada de mi papá.
Las imágenes fotográficas aquí mostradas son obtenidas de una impresora a la que le modifiqué el canal de color.
Borré las paredes de las pintas
Durante las protestas feministas realizadas desde 2019, el gobierno de la CDMX, el Estado de México e incluso instituciones como la UNAM, han retirado las pintas realizadas por mujeres donde se muestran denuncias sobre la situación de violencia de género por la que el país atraviesa. El argumento para retirarlas es enunciar el daño a los inmuebles: estatuas, monumentos y edificios, priorizando el daño a éstos por encima de la indignación de miles de mujeres. Este ejercicio se centra en la acción de invertir entre lo que se elige quitar y lo que se queda.
Borré las paredes de las pintas alude a una elección entre lo que se muestra a partir de la acción de borrar. Borrar es un acto político.